MEXICO- RIVIERA MAYA

Dejábamos Costa Rica para llegar a tierras Mexicanas.
Llegamos a Cancún y nos desplazamos directamente hasta Playa del Carmen desde el aeropuerto hasta la terminal ADO en el centro. Allí reservamos una habitación para pasar la noche ya que mi madre y mi hermana llegaban al día siguiente.
No era la primera vez que estaba en Playa del Carmen y la verdad lo ví cambiado y mejorado.
Ya nos sentíamos felices. La verdad que parece mentira pero ese turisteo, tiendas, música, espectáculos por la calle, era algo que no habíamos desde hacía meses. Algo más similar a lo que estamos acostumbrados.


Aún tocaba esperar un día para el gran esperado reencuentro.
Llegó el gran día, cargamos la mochila al hombro y nos tomamos un colectivo para llegar hasta el resort donde íbamos a pasar una semanita.
Llegamos, hicimos el checkin y hola lujo! hola pulserita! adiós mochila!adiós tacañería! 
Aprovechamos el día, piscina, mojito, playa y actividades, hasta que por fin y con los nervios a flor de piel, esperábamos la llegada del autobús donde bajarían mi hermana y mi madre.


Dejamos nuestras cosas en el apartamento y salimos a caminar y recorrer el centro, catando nuestro primer plato de nachos y la riquísima chela Mexicana. Nada como la comida mexicana.
Nos esperaban días de resort y pulserita, pero No podía estar más feliz. No pegué ojo en toda la noche de la emoción!

Nos quedaba 1,5km desde donde nos dejó en colectivo hasta la puerta. Preguntamos por un taxi, nos cobraba demasiado así que decidimos llegar a pata. 
Fue un espectáculo digno de admirar. Imaginaros, con nuestras mochilas cargadas, nuestras pintas de trotamundos llegando a un resort de 4 estrellas. 
Nos pararon en medio de la caminata, advirtiéndonos que nos habíamos equivocado de camino. La cara del empleado era de poker.

Fué llegar y nos apuntamos aun concurso de dardos. 10 minutos en el hotel y ya teníamos nuestro primer premio. Una botella de Tequila!
Pasamos todo el día disfrutando del hotel ya que ellas llegaban a la noche. Qué momento mas emocionante, tanto que las tres agarradas saltábamos y llorábamos de alegría.

Bueno nos os voy a contar como fueron nuestros días podéis imaginar lo guay que era volver a reencontrarse y encima en un lugar así.No os voy a contar cuanto sufrimos debajo de las palmeras mojito en mano, pero sí el tour que contratamos. Ellas, llegadas hasta allí por lo menos tenían que ver Chitzen Itza.

Esta vez, sabiendo lo que se aprovechan en la venta de estos tours en los hoteles, fuimos una tarde al centro de Playa del Carmen y en un agencia lo contratamos a mitad de precio, de 60 a 30 € por persona. No recuerdo el nombre, pero la agencia está situada en una perpendicular a la avenida principal, en la calle de la estación ADO.

Nos pasaron a buscar al hotel y ya con todos en el autobús nos llevaron hasta Valladolid, la primera parada del tour. Bajamos y visitamos la plaza central y su catedral.

La siguiente parada fue en un mercado artesanal de productos Mayas, donde nos dieron de almorzar. Esto sí que es horrible patético y comercial. Pero no te queda otra.

Llegamos al punto fuerte de este tour, las ruinas de Chitzen Itza otra maravilla del mundo más en este viaje. Tras tropecientas veinticinco mil fotos, y visitado este lugar mágico, nos llevaron a la última parada. Nos encaminamos hacia el cenote Ik Kil, donde no perdimos la oportunidad de refrescarnos en él.

El cenote es un sitio sagrado de vida y muerte en la cultura maya y se cuentan de éstos que están interconectados y desembocan en el mar.

Tras un rico chapuzón y varios saltos desde el punto más alto accesible, volvimos al autobús y roncamos hasta llegar de nuevo al hotel.

Disfrutamos como niños, de la piscina, del mar, de su clima, de sus mojitos de sus comidas, de sus actividades, de nosotros y tanto tiempo esperando ese momento, llegaba el momento de la despedida.

Cayeron muchas lágrimas, la despedida fue muy dura, pensando que iba a  pasar mucho tiempo en volver a vernos.

Nosotros dejábamos atrás las comodidades, volvíamos a ser mochileros y tomábamos rumbo al sur de México.