El gran viaje

Nos dirigíamos a Santa Catalina, en la provincia de Veraguas, en la costa pacífica de Panamá . Esta es una publicación muy cortita,  ya que  no hicimos mucho para contaros, a parte de descansar y disfrutar de la playa. Pero sí vamos a indicaros cómo llegar hasta allí y un posible lugar para alojarse. Para llegar a Santa Catalina, no es un trayecto fácil, por los transbordos y sobre todo por sus horarios. Es importante que si sales de Panamá city lo hagas pronto, o si no, no lograrás llegar en el mismo día. Desde la terminal general de Albrook, tomamos un autobús hasta Santiago. Un autobús precioso y cómodo. Mentira! Es el más cutre que hemos tomado hasta ahora. Este viaje sale unos 9$ y se demora unas 3horas y media 4. Hay autobuses directos hasta Soná, pero si no vas muy pronto, luego no te da tiempo a tomar el que te lleva a Santa Catalina, porque el último sale a las 16h. Por lo tanto, cuando llegamos a Santiago compramos otro billete dirección Soná. Este trayecto s

Dejábamos atrás Colombia para encaminarnos a Panamá. Antes de todo quiero aclararos una cosa muy importante antes de ingresar en el país, para que luego no haya sustos. Panamá te exige también el billete de entrada y salida del país en menos de tres meses. Por otro lado, tienes que demostrar que dispones de 500 $ en efectivo o en tu tarjeta de crédito para "cubrir" tu estadía. Y por último una reserva confirmada de tu alojamiento, que en este caso es muy fácil conseguir una, a través de Booking, muchos alojamientos no te piden una tarjeta de crédito para garantizarte la estancia. Volamos con Viva Colombia y llegamos al aeropuerto del Pacífico en vez de Tocumen ya que está compañía sólo viaja hasta ahí.  Una vez en la salida, casi no hay taxis por lo que tuvimos que esperar un buen rato hasta conseguir uno a un precio razonable. No pagar más de 20 o 30 $, porque Hola Sudamérica! sí, aquí también te intentan engañar. Llegamos al hotel, regentado por un español,

Santa Marta Nuestro paso por la ciudad de Santa Marta fue muy breve. La playa no es muy bonita. Es un lugar muy turístico para el turismo nacional, pero no tiene ningún encanto. Llegamos hasta aquí ya que es el punto de partida a lugares como Minca, Palomino o el parque Nacional del Tayrona. Desde el mercado central se toman los buses hacia cualquiera de estos lugares. Nosotros optamos por llegar a Palomino primero. Nos habían hablado muy bien del lugar y de sus ríos cristalinos navegables en "donuts". El trayecto son 9000 COP y hay cada muy poco tiempo. Palomino Llegamos sin reserva así que lo primero fue encontrar un lugar para dormir. Podríamos decir que casi todos los hostels u hospedajes se encuentran en la recta que va hacia la playa, cuanto más cerca, más caro, pero sinceramente sale mejor quedarse al principio, donde se encuentran los restaurantes y las tiendas. Nos alojamos en el hostel Sofa King en una hamaca, por 15000COP. Para pasar una noche está

Llegamos a Cartagena de nuevo, pero no para quedarnos allí. Nos dirigiamos directamente a la península de Baru. Para ir a Baru tienes varias alternativas, la más cómoda, la que todo turista opta, pero también la más cara; partir desde el puerto de Cartagena hasta Baru directamente en lancha.  Suelen cobrar desde 50.000 COP ida y vuelta en el día o 130.000 si te quedas una noche, obviamente con alojamiento incluido. Nosotros optamos por una opción más económica. Desde el hospital de bocagrande, donde te deja la lancha proveniente de Punta arena, tomamos un taxi hasta el monumento de la India, donde salen los autobuses a Pasacaballos, punto de entrada a Baru por vía terrestre. El autobús de llama Pasacaballos y tiene un costo de 2000COP. Para bajarte debes indicarle al conductor que deseas ir a Baru, y el te dejará en un lugar donde unos motoristas están esperando ansiosos tu llegada de para cruzarte hasta Playa Blanca, lugar donde se encuentra la playa y casi todos los aloj

Nos encontrabamos en el caribe colombiano y queríamos playa ya! Playas de arena blanca y agua transparente. Tostarnos al sol y sentir el calor en la piel, así que decidimos trasladarnos hasta Punta Arena, en la isla de Tierra Bomba. Este lugar no es muy turístico ya que el principal atractivo de Cartagena es la península de Barú. Podríamos decir que es un lugar más para los lugareños que para extranjeros. Dejamos las mochilas grandes en el hotel de Cartagena y preparamos una pequeñita con lo necesario para pasar dos o tres dias, aún no sabíamos. Tomamos un taxi hasta el hospital de Boca grande, desde donde salen las lanchas hasta la isla. Según bajamos parecíamos carne de cañón y el acoso por parte de los lancheros es horroroso. Punto importantísimo. Nos dieron un precio de 25000 pesos colombianos por persona, y yo habiéndome informado anteriormente en foros, vi que costaba alrededor de 7000. Casi estallo de la risa. Nos negamos en absoluto, así que acto seguido empezó

Nuestra siguiente parada era Cartagena de Indias, haciendo escala en Bogotá. Estábamos cansados y por lo visto la ciudad no merece mucho la pena así que esperamos en el aeropuerto hasta nuestro siguiente vuelo, empezando a degustar las famosas arepas y el maravilloso cafe colombiano. Llegamos a Cartagena de noche, por lo que tomamos un taxi desde el aeropuerto hasta el que iba a ser nuestro hostal. Un pais desconocido aún y con los miedos  e incertidumbre preconcebidos. A la salida del aeropuerto , hay un puesto donde reservas tu plaza, por lo que sabes que no te van a engañar con el precio. El taxista que nos llevaba, cuando le dimos la dirección, empezó a meternos el miedo en el cuerpo; que estábamos locos por hospedarnos en ese barrio,  que si ahí le atracaron, que si ahí te acuchillan... Me pareció extraño ya que había leido los comentarios del hospedaje y eran muy buenos, unido a una alta puntuación que tenía el establecimiento. Le hicimos caso y dimos media vue

Terminaban nuestros días en Perú y como punto final, nos trasladamos hasta la capital, lima. El norte de Perú debe ser precioso, desde Lima hasta llegar a Mancora, cercana ya a Ecuador. Sin embargo, nos encontramos en temporada de lluvias y el pronóstico no era muy bueno,  así que decidimos dejarlo para más adelante. Habíamos oído cosas negativas de Lima, si bien es cierto que no tiene muchos atractivos turísticos, es un lugar en el que nos sentimos muy agusto . Es muy ruidosa y con un tráfico de locos, pero en ciertos lugares de la "costa verde" eso se esfuma. Creo que simplemente el cambio de temperatura y estar por fin en la costa, hicieron que disfrutaremos nuestra corta estancia en la gran ciudad.  Nos quedamos con buen sabor de boca. Nos desplazamos hasta allí en un autobús nocturno con la empresa Tepsa y tras ni más ni menos que 22 horas de viaje,  llegamos a un clima soleado y caluroso, nada que ver al clima que estábamos teniendo desde que cruzamos a B