PANAMÁ - CIUDAD DE PANAMA


Dejábamos atrás Colombia para encaminarnos a Panamá.
Antes de todo quiero aclararos una cosa muy importante antes de ingresar en el país, para que luego no haya sustos.

Panamá te exige también el billete de entrada y salida del país en menos de tres meses.
Por otro lado, tienes que demostrar que dispones de 500 $ en efectivo o en tu tarjeta de crédito para "cubrir" tu estadía.
Y por último una reserva confirmada de tu alojamiento, que en este caso es muy fácil conseguir una, a través de Booking, muchos alojamientos no te piden una tarjeta de crédito para garantizarte la estancia.


Volamos con Viva Colombia y llegamos al aeropuerto del Pacífico en vez de Tocumen ya que está compañía sólo viaja hasta ahí.  Una vez en la salida, casi no hay taxis por lo que tuvimos que esperar un buen rato hasta conseguir uno a un precio razonable. No pagar más de 20 o 30 $, porque Hola Sudamérica! sí, aquí también te intentan engañar.

Llegamos al hotel, regentado por un español, recomendable por cierto. Se llama hotel Valencia y nos alojamos por 25$ la noche en habitación privada,  baño y aire. Nos ibamos a quedar una noche y al final nos alojamos tres.
Esta situado en un buen lugar, justo enfrente de una parada de autobús, por lo que te facilita muchísimo los desplazamientos.

 El transporte en la ciudad de Panamá, sólo puedes utilizarlo si compras una tarjeta de recarga y así el trayecto te sale a 0,25 $. El sevicio de taxis es muy caro y el de autobús es muy bueno y rápido.


Nuestro primer día en Panamá lo empleamos en ver el casco histórico, precioso por cierto.
Caminamos desde el hotel (Avenida España) hasta la Costanera, y de ahí llegamos hasta el casco.


Nada mejor como digo siempre, que callejear e ir descubriendo sus rincones.
Degustamos el famoso "raspao". Un cono de hielo puro recien rascado al que se agrega el jugo, de maracuya o fresa con leche condensada por encima. Lo que podría llegar a ser nuestro granizado.
Muy refrescante teniendo en cuenta que el calor que tuvimos era inaguantable. Ni gota de aire.



Después de visitar el casco, sus calles, la catedral y las bóvedas francesas, salimos del barrio y nos topamos con el mercado central, donde comimos un plato típico de arroz, ensalada y camarones al ajillo. Buenísimo a un precio muy asequible.


Regresamos por la costanera y el calor no nos permitía caminar mucho más; como dos zombies embobados tuvimos que pararnos en el malecón bajo una sombra a "descansar".

Puede parecer por las fotos que vemos o nos enseñan, que panama es una ciudad lujosa,  con rascacielos. Nada que ver con la realidad. Un contraste muy grande si miras al skyline (con practicamente sus edificios vacíos) y giras tu cabeza hacia otro lado.


A pesar de ello, pudimos disfrutar mucho de esta ciudad.
Como visita estrella, la visita al canal de Panamá, que dejamos para el día siguiente.
Puedes ir de dos maneras en taxi o transporte público.
Si decides esta última, y para nada complicada, desde cualquier lugar, debes tomar un bus hasta albrook, la terminal de autobuses. Desde allí tomar otro hasta el canal.


Una vez en las taquillas, compramos el boleto general, a un precio de 15$.
En esta entrada tienes incluidas tres visitas.
Por un lado la entrada al cine, con un vídeo explicativo de la construcción del canal.
Por otro, la visita a Museo, donde a través de imágenes , objetos y figuras te explican la historia del canal, desde su construcción, la inauguración en 1914, hasta la concesión total a los panameños, cedido por los norteamericanos en 1999.

Por último, pudimos ver en vivo y en directo el paso de veleros y embarcaciones a través del canal. Momento precioso e interesante.


A modo de resumen, este canal  se construyó para unir el océano Pacífico con el Atlántico y facilitar el transporte por vía marítima.
La vía opera mediante un sistema de esclusas, que sirven como ascensores de agua, para que los buques lleguen al nivel del lago Gatun, a 26 metros sobre el nivel del mar y vuelvan a descender para salir a la otra parte del océano. Es un largo proceso, ya que en casa una de las esclusas, las embarcaciones se paran para descender o ascender al abrirse las compuertas del agua e igualarse.


Muy interesante, por lo que podríamos decir que es visita obligatoria si vas a Panamá.

A la mañana siguiente, no habiendo mucho más que ver en la cuidad, nos trasladariamos hacia otro lugar.

Hasta la próxima!

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