PERÚ - LIMA

Terminaban nuestros días en Perú y como punto final, nos trasladamos hasta la capital, lima.

El norte de Perú debe ser precioso, desde Lima hasta llegar a Mancora, cercana ya a Ecuador. Sin embargo, nos encontramos en temporada de lluvias y el pronóstico no era muy bueno,  así que decidimos dejarlo para más adelante.

Habíamos oído cosas negativas de Lima, si bien es cierto que no tiene muchos atractivos turísticos, es un lugar en el que nos sentimos muy agusto . Es muy ruidosa y con un tráfico de locos, pero en ciertos lugares de la "costa verde" eso se esfuma.
Creo que simplemente el cambio de temperatura y estar por fin en la costa, hicieron que disfrutaremos nuestra corta estancia en la gran ciudad.  Nos quedamos con buen sabor de boca.

Nos desplazamos hasta allí en un autobús nocturno con la empresa Tepsa y tras ni más ni menos que 22 horas de viaje,  llegamos a un clima soleado y caluroso, nada que ver al clima que estábamos teniendo desde que cruzamos a Bolivia.
No se nos hizo pesado el viaje, ya que dormimos la mayor parte del trayecto y el resto del tiempo lo pasamos viendo películas. Sin lugar a dudas, este viaje es recomendable hacerlo por la noche, ahorrando como siempre tiempo y noches de alojamiento .

Como nos alojabamos lejos del centro, nos dirigimos en taxi hasta el hostel, en el barrio Miraflores. Lima puede ser peligroso pero os aseguro que en este barrio tan turístico no ocurre absolutamente nada.

Barranco

Un día lo dedicamos a ver la Costanera desde el barrio Barranco hasta el faro de Miraflores.
En el barrio comenzamos visitando el famoso puente de los suspiros y sus callejuelas y plazas. Es un lugar muy pintoresco y bohemio.

Fuimos caminando hasta el parque del amor, ya en Miraflores. En este parque un artista peruano realizó una escultura que representa a una pareja reclinada besándose. ¿ No habéis oído el famoso concurso de el beso más largo? Pues se celebra aquí entre las parejas asistentes.

Parque del amor

Numerosos grupos de yoga, meditación o capoeira ocupaban lugar en los parques durante todo el camino y eso da mucha vida.
El atardecer con vistas al mar Pacífico fue algo precioso, buen regalo para esos últimos momentos.

Cómo cambian las costumbres, la gente... no parecía que nos encontraremos en el mismo país. Hemos de reconocer que ya teníamos ganas de "civilización".

Al dia siguiente nos tomamos un taxi hasta el centro.
En la misma plaza Mayor, se encuentran la catedral y el Palacio de Gobierno, con su particular cambio de guardia, haciéndome recordar a la guardia del Buckingham palace en Londres.

Es una plaza colonial preciosa. Merodeamos por sus calles, repletas de arquitectura y restos evidentes españoles. Por momentos creí estar caminando por Madrid.

Toca hacer una reflexión general de Perú, sin ofender a nadie ya que por supuesto sólo se trata de una experiencia totalmente personal.
Un país con mucho atractivo, climas diversos, paisajes espectaculares y gastronomía particular y deliciosa, pero... he acabado muy harta del supuesto dólar tatuado en mi frente que indicaba que éramos turistas. Si preguntáis el precio de algo y existe un minuto de silencio acompañado de un "mmmm" reflexivo, por favor, no te creas el precio, debes saber de antemano que te lo están aumentando considerablemente.

Bueno, vamos poniendo fin a esta publicación.
Siguiendo el trayecto que hemos realizado hasta ahora, lo más lógico hubiese sido pasar a Ecuador. Desafortunadamente las lluvias y el temporal que iban a afectarnos durante casi todo el mes siguiente, hicieron replantearnos el destino, así que compramos un vuelo hasta Cartagena de Indias, norte de Colombia, donde el buen tiempo estaba asegurado.

Sólo un pequeño gran problema tuvimos al salir de Perú. La compañía VivaColombia, nos obligó a comprar un billete de salida al país en el mismo momento que íbamos a facturar las maletas. No sabíamos el tiempo que íbamos a necesitar. No sabíamos nada, si nos iba a gustar, si no... así que bajo presión compramos un billete de salida en 11 días. Y cuando digo pequeño gran problema es porque nos enamoramos del país y no queríamos salir tan temprano...

Hasta otra amigos!