PERÚ- VALLE SAGRADO INCA

Ya tocaba ir despidiéndose de la región de Cusco, dónde estábamos pasando una temporada.
Días tristes, de monotonía, de añoranzas. Días alegres, de experiencias increíbles...pero todos esos días han formado algo único e irrepetible. Una experiencia para nuestra memoria imborrable.

Festejamos como dos lugareños más, varios días festivos durante nuestra estancia, llenos de colores, agua y danzas.

Tuvimos visitas, de gente conocida, o tardes y cenas con gente que hasta el momento no lo era.
Que alegría recibir en el hotel a alguien de tu tierra, gallego y con el que las conversaciones gastronómicas podrían haber durado horas, hartos de tanto arroz, hablar de un simple plato de alubias se nos hacía la boca agua.
Jacobo, fue corto pero un verdadero placer, donde quiera que estés, espero que hayas disfrutado del que después iba a ser tu viaje. Esperamos volver a verte en algun lugar del planeta.

Nos olvidamos por un momento de nuestro trabajo y volvimos a ser turistas. Que momento tan placentero...
Hoovert y Pamela nos hicieron un regalo antes de irnos, y no hay mejor regalo que ese que te lleva de viaje.

Aún no conocíamos el Valle sagrado, así que gracias a este boleto turístico pudimos recorrer sus diferentes puntos de visita.

Uno de los días lo dedicamos a recorrer CHINCHEROS y su sitio arqueológico inca.
Visitamos una fábrica textil donde nos explicaron como tejían sus artesanías desde el punto uno. Del esquilado de la lana de alpaca, hasta su producto final, pasando por el hilado de la lana, el colorante a base de plantas naturales y el tejido a mano. Y si! Por fin teníamos nuestros jerseys artesanales a bajo precio.

Tras esta visita nos dirigimos a MORAY. A simple vista, parecería que nos encontrasemos ante una especie de anfiteatro, pero no,  se trata de un sistema agrícola de terrazas circulares donde los incas ponían en práctica los microclimas, para el cultivo y aclimatación de diferentes plantas. A-Lu-cinante.

Nuestro siguiente punto fue LAS SALINERAS DE MARAS, donde más de 3000 pozos son llenados gracias al agua del río que cae hasta el lugar. Este agua se evapora tras pocos días, formando la sal, que por cierto estaba buenísima.
Es un misterio que el agua de este río sea salada, aún se desconoce, pero seguramente provenga de una laguna interior antigua del océano.
Este punto no entra dentro del boleto turístico , pero son sólo 10 soles la entrada.
Respecto al traslado, no podemos aconsejaros mucho, ya que nosotros hicimos el recorrido con un taxista que Hoovert contrató.
De todas formas, generalmente este recorrido se realiza desde Cusco con autobuses ya contratados.

PISAQ

La siguiente parte del recorrido lo dejamos para el dia siguiente, recorriendo los lugares de CALCA, PISAQ, PUKAPUKARA y TAMBOMACHAY. Son bonitos, pero no dejan de ser otro sitio arqueológico inca más. Ya eran demasiados y para nuestro gusto, todos muy similares.

TAMBOMACHAY

Por el camino paramos en el pueblo de Lamay, donde está repleto de puestos que preparan el Cuy. Plato muy típico en la región. No, lo siento, pero nos negamos por completo a probarlo. Para nosotros es sólo una mascota...

Como punto final del boleto, terminamos viendo el sitio arqueológico Inca de Ollantaytambo, tan cerca y aún no habíamos entrado. Para gustos los colores, pero para nosotros fue el más bonito.

Ya damos paso a contaros el último día de nuestra estancia en el hotel.
Estábamos ya ansiosos de salir de allí y seguir viajando, continuar con nuestro cometido. Pero no vamos negar que aún y todo nos dio pena y alguna lágrima cayó.

Mis alumnos de inglés me llenaron de regalos, abrazos y palabras de agradecimiento por todo ese mes juntos. Esto me llenó por dentro, algo nuevo y que terminó tan bien. No es nuevo, porque he trabajado con niños en muchas ocasiones, pero aprendes tanto de ellos y es tan gratificante...

Después de nuestros abrazos con la familia, que no dejaron de darnos las gracias por estar en "su casa", poníamos rumbo a Cusco, para llegar al que iba a ser nuestro próximo destino: LIMA