PERÚ - MACHUPICCHU


Denise ya estaba aquí!!!! Que alegría volver a verla, ya que es de esas personas que conoces que dejan huella, por su forma de ser y por algo que nos une, la pasión por viajar.

Salimos desde Ollantaytambo para dirigirnos al gran esperado Machupicchu. Podríamos decir que vimos peligrar nuestra vida por segunda vez. Lo llamamos el viaje de la muerte, y así os lo contamos.

Nos montamos en una furgoneta para llegar a hidroeléctrica, (40 soles).
El conductor un auténtico loco de M*****, nos llevó por el puerto de montaña como si de un rally se tratase, haciendo cambios bruscos, lo que empezó a desesperar a todos los pasajeros. Como voz  cantante del grupo, ya que nadie hablaba español le rogue que bajase la velocidad ya que algunos pasajeros empezaron a vomitar, la gota que colmó el vaso.
Su respuesta fue: Señora, estoy conduciendo muy bien, si aminoro llegamos tarde.
Lo dejé pasar hasta que a punto de atropellar a un ciclista que iba por la carretera, estalle. Le jure por su madre que si no llegábamos bien, le hacía pedazos. Imaginaros la desesperación.


Milagrosamente tras 4 horas de terror y "rezos" llegamos a la hidroeléctrica, parada obligatoria para todo el que desea llegar a Machupicchu.


Aquí tienes dos opciones, ir en tren (el más caro del mundo) o llegar andando hasta Aguascalientes tras una caminata de dos horas, por un paisaje espectacular. Efectivamente elegimos la segunda opción. Y no nos arrepentimos en absoluto.



No vamos a negar que llegamos algo cansados, unido a la alta concentración de humedad y el cambio de clima (más cálido), lo único que queríamos era encontrar un hotel, ducharnos, cenar y marcharnos a dormir. Dicho y hecho.


Tras pasar la noche en un hotel con olor a humedad espantoso, madrugamos para comprar los billetes de autobús para llegar hasta Machupichu. Ida y vuelta son 24 dolares. Caro carísimo pero es lo que hay.
Este camino también se puede realizar andando, pero ya que íbamos a subir el Huaynapicchu, no nos merecía la pena cansarnos antes de tiempo.

Las entradas al sitio arqueológico las compramos con antelación por Internet en la página oficial, ya que se suelen agotar los cupos, especialmente si también vas a ascender la montaña.


Llegamos en media hora a la entrada y volamos hasta la caseta de acceso del Huaynapicchu, ya que teníamos pase para las 10 am.
Como campeones entre pequeñas y empinadas escaleras llegamos al pico, (2657,58 m), con tan mala suerte que nos tocó un día poco soleado y en contadas ocasiones pudimos ver desde lo alto el sitio arqueológico , cuando las nubes nos daban una tregua.




La experiencia fue hermosa y por nada del mundo la cambiaría. Merecido esfuerzo.
Ya abajo, nos tocaba recorrer el lugar, que para opinión nuestra nada más bonito que verlo desde lo alto de las gradas.


Teníamos otra maravilla del mundo ante nuestros ojos, otro sueño cumplido. Un lugar increíble y lleno de magia.


Si no llega a ser por la lluvia que empezó a caer, probablemente hubiésemos disfrutado de tal lugar más tiempo. Afortunadamente habíamos contratado también la bajada en autobús, lo que nos libró de un gran chaparrón de agua.
Nuestros planes cambiaron un poquito ya que nuestra intención era regresar por el trekking hasta la Hidroeléctrica y de ahí llegar hasta las aguas termales de Santa Teresa. Descansar, relajarnos, disfrutar de las propiedades de ese agua...Paro de hablar porque no fue así. La lluvia nos obligó a quedarnos otra noche más en Aguascalientes y regresar a Ollantaytambo al dia siguiente. Una pena, pero si vosotros tenéis la oportunidad, ni lo dudéis.

Tocaba otra triste despedida, Denise volvía en tren y seguía su camino hacia otro lugar y nosotros el nuestro, pero esta vez, con una no tan terrorífica vuelta en furgoneta.

Seguíamos cumpliendo objetivos, nos llenamos de ganas de continuar viajando, pero aún nos quedaban un par de semanas más de trabajo en Ollantaytambo.

Hasta la próxima !!!!!!





Comentarios

Entradas populares de este blog

COLOMBIA- SANTA MARTA, PALOMINO Y TAYRONA

CHILE- CALDERA (Bahía Inglesa y Playa la Virgen)

COLOMBIA- PENÍNSULA DE BARU