CHILE- SANTIAGO DE CHILE
Dejamos Mendoza y nos dirigimos hasta Santiago. El autobús fue por la noche. Estuvimos 5 horas parados en la frontera, algo habitual en verano. Cuando por fin nos tocó turno, nos hicieron bajar al autobús entero, primero para sellar la salida en Argentina y después hacer la entrada en Chile (mochilas incluidas). Importante guardar el ticket que te dan de la PDI, para poder salir después del país.
Salimos a caminar y recorrer la Ciudad. Callejeamos, visitamos la Plaza de Armas, el palacio de la Moneda y el edificio más alto de Sudamérica, el Costanera Center, donde nos dejamos contagiar un poco por el consumismo.
La noche fue una tortura, tuvimos la enorme de suerte de compartir la habitación con 2 parejas de Israelies. Viajeros que por lo general no son muy dados al respeto, o normas básicas de educación.
Entrar en la habitación ya fue un desafío. La jungla la hubiésemos atravesado más fácilmente. A carcajada limpia hasta altas horas de la noche, duchándose a la madrugada. Nadie les explicó que hay un botón que apaga bombillas...
Personalmente, Santiago no tiene mucho que ofrecer así que recogimos las mochilas del hostel y nos encaminamos a Valparaíso con la empresa Turbus (7000 pesos chilenos por persona).
Allí el entorno era muy diferente a la gran ciudad. A la mañana siguiente lo descubririamos.
Hasta la próxima!!!
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